Es como si un escalofrío hubiera encogido su corazón y recorriera su espalda de cintura estrecha y caderas anchas.
Y para eso la empresaria hace uso de todos sus y ahora se le ve luciendo divina en una reciente publicación que ha compartido en su cuenta de Instagram ante sus 4.
Su silueta estaba marcada por un vestido tan ceñido que parecía una segunda piel.
Dueña del escenario y de su cuerpo.
Ocurrió a la salida de un club nocturno en 1997.
Throw it while throwing your hands away.